domingo, 1 de marzo de 2015

FEBRERO: PERDÓN

Es un acto de difícil decisión y a la vez es un sano medicamento para el alma. El perdón es el acto de humildad más grande que puede hacer el ser humano. Alivia las penas, reconforta el alma, limpia el corazón de viejos rencores, en fin....el perdón es el agua que el Señor te envía para limpiar tu corazón.
Pero también, para perdonar se requiere de preparación y de humildad, mucha humildad. Se necesita tiempo para comprender los actos o las malas decisiones o las palabras hirientes que te dijeron o que dijiste. Es importante limpiar el corazón, la mente y el alma de malos deseos, el fuerte deseo de venganza y llenarlos con temple, sencillez y amor, y paciencia.....la necesaria para poder "olvidar": ir separando las emociones del recuerdo o recuerdos.
¡Qué difícil es perdonar de corazón! y lo más difícil aún es pedir perdón, cuando has lastimado a alguien tanto que te das cuenta muy tarde del gran daño que le hiciste....o lo que te hizo.
Recuerdo momentos de mi juventud en que mi padre - un hombre fuerte de carácter y con impaciencia por ver a sus hijos superarlo (algo muy difícil en estos días y en aquellos)- ver que me pegara sin motivo alguno. Recuerdo muy vívidamente un día que fueron de visita una familia de economía alta, muy acomodada, la cual tenían a un hijo muy consentido. El niño con imprudencia cambió un juego que le habían comprado a mi hermano menor sin el consentimiento de éste. Cuando mi padre vió el juego en una área diferente de la casa, a la primera que llamó fue a mi. Sólo el recordar el anillo que llevaba en ese día que me abofeteó sin darme explicación fue uno de los momentos más tristes y desgarradores de mi vida. Y lo más difícil es, que a pesar de los años, todavía no puedo separar el recuerdo de las emociones.
Por supuesto que quiero a mi padre, pero también ha dejado sus actos o palabras hondas heridas que me es muy duro curar. Espero poder algún día limpiar mi alma y con toda la humildad que mi Padre Celestial me ayude a recuperar, poder decirle a mi padre: "Te perdono. Todo está perdonado".

Las quiero!

Kty D.